4 de junio de 2012

Zaragoza instalará 200 contenedores para reciclar aceite doméstico

Hoy nos encontramos con una muy buena iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza (que también las hay). Básicamente se trata de instalar 200 contenedores repartidos por todos los barrios para poder reciclar el aceite doméstico. El consistorio no pagaría ni un euro y se podrían ahorrar hasta 6 millones de euros en depuración.

                                                      Ejemplo de contenedor de reciclaje de aceite

El ayuntamiento ya está estudiando propuestas que le han ido llegando en los últimos meses y se ha decidido a darle un impulso a la recogida y reutilización de este residuo que generan los hogares y establecimientos y que se destina a la producción de biodiésel y productos como jabones. Su implantación se haría por fases, a través de una concesión que se sacará a concurso público para que una empresa se encargue de la inversión necesaria, la puesta en marcha de estos recipientes, la retirada y reposición de los envases y su traslado a las plantas de reciclado.

Se trataría de contenedores "inteligentes" que reconocen los envases que la empresa se encargaría de repartir gratuitamente en todos los hogares, uno por vivienda, para que las familias puedan depositar el aceite usado para cocinar y poner en marcha el proceso de reutilización de forma automática. Así lo explicaron a este diario los responsables de Ecoaceite Aragón, una empresa de la comunidad autónoma de reciente creación que está especializada en este innovador modelo de gestión de este residuo y que ha puesto en conocimiento del consistorio esta importante novedad que ya existe en el mercado, y en funcionamiento en localidades más pequeñas como Mondragón, en el País Vasco.

Estos recipientes estarían en la calle, al igual que otros dedicados a recoger cartón, vidrio o envases ligeros. Disponen de unas tolbas con capacidad para 200 botes, los mismos que caben en un depósito inferior que es donde van a parar los botes que se llenan. El usuario lo coloca en una apertura, la máquina lo engulle --no reconoce otros envases que no sean estos-- y, a cambio entrega otro idéntico vacío.