La red de transporte urbano de la capital aragonesa contará con dos líneas menos de autobús a partir del 2 de julio. Así lo aprobó el Gobierno de Zaragoza, que planteó este y otros ajustes más ideados para ahorrar cinco millones de euros al año.
De esta forma, desaparecerán las líneas 27, al menos mientras la piscina del Parque Deportivo Ebro permanezca cerrada; y la 48, que sólo presta servicio los miércoles y los domingos.
También se aplicarán cambios en otras 14 líneas. Habrá ajustes de frecuencias en las líneas 54, 55, 56 y 57, en las que según dijo la consejera Carmen Dueso no son necesarios los «refuerzos actuales».
Las medidas de ajuste incluyen también la sustitución de los autobuses articulados de las líneas 20 y 30 por otros convencionales. Además, los fines de semana las líneas 23, 32, 33, 34, 35, 38, 40 y 42 aumentarán su frecuencia en un minuto, aproximadamente, los sábados y domingos.